The current silence around holograms - “Footage From the Moon” on the New Museum would possibly simply be titled “Remember Holograms?” - is especially interesting. Fifteen years after the invention of holography by the physicist Dennis Gabor in 1947 precise holograms have been made attainable with the event of laser know-how in 1962. A hologram is created when a laser beam is cut up, with one a part of the beam mirrored off an object onto a photographic plate and the opposite half projected immediately onto the plate; the interference amongst delicate waves from the 2 beams creates the image. (Mr. Gabor’s invented time period came from the Greek words “holos,” for total or entire, and “gramma,” for image or message.)

Los artistas se lanzaron a la tecnología a mediados de los años sesenta, y en 1976 se creó un Museo de Holografía en Mercer Street, en el SoHo, con una exposición principal que viajó por todo el mundo durante más de una década. Sin embargo, las ciencias digitales aplicadas eclipsaron al medio, y la holografía adquirida se degradó a la categoría de fabricación en masa: llaveros, joyas y portadas de revistas, sellos postales más tarde y logotipos de tarjetas bancarias. (El Museo de Holografía cerró en 1992).

As a result of the New Museum’s set up demonstrates, art work holograms are finicky beings. Like orchids or certain animal companions, they take up house and demand specific lighting. Additionally they rely on the viewer to maneuver in front of the picture to create the illusion of the hologram’s three-dimensionality.

The earliest work right here is Bruce Nauman’s “Hologram H” (1969) from his “Second Assortment: Full Figure Poses (A-J).” Mounted on a pedestal numerous feet from the wall, the hologram, on a glass plate, is illuminated from above and behind with a blood-pink light. The theatrical lighting, blended with the absurd pose of the subject (Mr. Nauman himself) leaning ahead to seize his foot, creates one thing akin to a efficiency of a Samuel Beckett play, nevertheless with a determine exhibiting and disappearing as you watch.

A newer work, Chuck Shut’s “Untitled 4” (1997/2007), also hinges on the uncanniness of the human physique, seen right right here in three dimensions with every pore and ear hair seen, but also appearing and disappearing as you progress in front of it. Mr. Close, in all probability probably the most celebrated artist of the otherwise moribund movement of photo- and hyperrealists from the ’70s, makes use of holography to good, creepy effect. (He has moreover labored with daguerreotypes, one of the earliest sorts of pictures, which likewise reproduce an astonishing diploma of detail.)

Abstraction and coloration are the main target in Eric Orr’s 4 untitled holograms from 1995 and James Turrell’s “Untitled (22NSGB)” (2008). Mr. Orr’s works function vertical planks of shade hovering in complementary coloration fields, a bit like a 3-D Blinky Palermo painting besides that the colour planes move like louvered blinds as you move in entrance of them. Mr. Turrell’s work, like his greater gentle installations, includes coloration represented in ethereal, geometrically summary sort; its two curved triangles seem to merge with one another and the house spherical them.

The opposite four works are by Ed Ruscha and Louise Bourgeois. The pair by Mr. Ruscha, “The Finish 1” and “The End 2” (each 1998/2007), replicate in three dimensions the two on-show phrases that mark the tip of a film. Ms. Bourgeois’s untitled deep pink holograms from 1998 depict empty chairs suggestive of dollhouse furnishings, one on a pedestal beneath glass, that match together along with her lifelong challenge of undomesticating the accouterments of domestic life.

“Images From the Moon,” which was organized by Jenny Moore, an affiliate curator on the New Museum, is an adjunct to “Ghosts in the Machine,” the museum’s vital exhibition, which explores the conjunctions of midcentury paintings, expertise and humanity (although that present’s approach is framed somewhat more poetically as the “dreamlike life” shared by humans and machines).

But “Footage From the Moon” is actually more of a teaser than a full-blown current; it leaves you wanting a wider treatment of the topic, which includes the pioneers and practitioners talked about throughout the wall textual content: Margaret Benyon, Rudie Berkhout, Jody Burns, Harriet Casdin-Silver and Dieter Jung. (Completely different artists who dabbled in holograms embrace Salvador Dalí, Simone Forti, Michael Snow and Stan VanDerBeek, whose “Movie-Drome” of 1963-66 is among the highlights of “Ghosts inside the Machine.”)

The present is skewed instead in the direction of successfully-known artists who used holography and in the direction of works made effectively after its heyday. Nonetheless there isn't any question that holograms aptly reveal the quasi-mystical relationship people have with know-how - and pictures notably, which has sometimes been harnessed to represent the supernatural. (Holograms aren't in contrast to nineteenth-century ghost footage and ectoplasm experiments, and there’s also a wax-museum chilliness to them that conjures a protracted history of photographing the dead.) No shock, then, that holography impressed artworks and a devoted museum or that it was shortly stifled into bureaucratic varieties, just like the postage stamp, or sublimated onto the already addictive medium of the credit score score card.

Clasificaciones de hologramas

Hay tres propiedades necesarias de un holograma que se describen en esta sección. Un holograma dado tendrá una o diferentes de cada una de esas tres propiedades, por ejemplo, podemos tener un holograma de transmisión delgada de amplitud modulada, o un holograma de reflexión de cantidad modulada por sección. Está formado por sistemas virtuales.

Hologramas arcoíris

Holograma del arco iris que muestra el cambio de color en la dirección vertical
En este método, el paralaje dentro de la aeronave vertical se sacrifica para permitir que se obtenga una imagen reconstruida de un solo color brillante y correctamente definida utilizando luz blanca. El proceso de grabación de holografía arcoíris utiliza una rendija horizontal para eliminar el paralaje vertical en la imagen de salida. A continuación, el espectador está visualizando efectivamente la imagen holográfica por medio de una estrecha rendija horizontal. La información de paralaje horizontal se conserva, sin embargo, el movimiento en el curso vertical produce color en lugar de perspectivas verticales totalmente diferentes. [40] Se conserva la estereopsis y el paralaje de movimiento horizontal, dos señales de profundidad comparativamente muy efectivas.

Los hologramas descubiertos en las tarjetas de crédito son ejemplos de hologramas de arco iris. Técnicamente, se trata de hologramas de transmisión montados sobre un suelo reflectante como un sustrato de tereftalato de polietileno metalizado, comúnmente llamado PET.

¿Cómo se ha hecho el tono del holograma?

Los hologramas son disparados por rayo láser en diferentes ángulos que descubren colores totalmente diferentes: rosa, inexperto, azul, amarillo y muchos otros, en diferentes ángulos de visión. Los colores del holograma cambiarán, porque cuando el holograma del arco iris se gira hacia adelante y hacia atrás dependiendo del suministro de luz solar y el ángulo de visión, los colores se ejecutarán a través del espectro: los colores del arco iris.

La profundidad de visualización diferente del holograma proviene de la posición diferente de la película de la obra de arte que encontramos al disparar al maestro. El efecto de movimiento de la matriz de puntos proviene de innumerables puntos de holograma.

¿Cómo presenta el diseño el color del holograma?

El diseño artístico de los hologramas es principalmente un fantasma; Son reflejos de la luz del sol que engañan al ojo para que vea una imagen tridimensional. Por lo tanto, es inalcanzable proporcionar una representación precisa de una imagen holográfica en una pantalla de computadora o en una impresión en papel. Lo que obtendrá por correo electrónico o copia impresa es una prueba de arte para revisar y asegurarse de que los gráficos y la estructura sean de su agrado, libres de errores tipográficos, etc. El curso de toma de imágenes de agarre holográfico incluye muchos pasos detallados, por lo que es muy importante que cada trabajo de arte de holograma esté permitido antes de que la empresa ingrese al laboratorio de láser para la masterización holográfica.

¿Métodos fáciles para hacer obras de arte para pegatinas holográficas?

Los hologramas pueden estar hechos de imágenes, arte plano diseñado por Corel Draw, Illustrator, Photoshop u otro software. El archivo de pinturas en formato Corel Draw o Illustrator es el mejor archivo para que podamos separar el diseño de superposición en capas y colores. Archivo de Adobe Photoshop, JPG, GIF, está bien, si no puedes diseñar con Corel Draw o Illustrator. El contenido textual en el archivo de pinturas debe transformarse en curvas, por lo que lo abriremos sin cambiar la fuente.